¡Así es, el grosor de línea importa!
Uno de los elementos más importantes de una ilustración técnica es, sin duda, su calidad de línea (el grosor de sus trazos); sin embargo, es un detalle que muchas veces se pasa por alto. Situación que, como ilustrador técnico obsesionado con los detalles, me molesta cada vez que la veo.
¿Calidad de línea? ¿Las líneas pueden tener calidades? ¿Valen más unas líneas que otras?
Bueno, sí: Las líneas pueden tener distintas calidades (grosores); pero, aunque unos sean más visibles que otros, son igualmente valiosos; saber utilizarlos en armonía al realizar una ilustración técnica es a lo que se refiere el concepto “calidad de línea”.
Función de la calidad de línea
Una buena ilustración técnica presenta distintos grosores de línea; cada uno de ellos tiene una finalidad: no están ahí por azar y juntos tienen un propósito concreto más allá de la estética:
Estructurar el flujo de comunicación con el que los elementos de la ilustración son percibidos por el lector.
Las ilustraciones técnicas sin calidad de línea pueden ser confusas, carecen de la versatilidad de los grosores para hacer énfasis en detalles importantes que dan estructura a los elementos de la ilustración.
Imagina ver una obra de teatro con actores sin maquillaje: como espectador, a la distancia es complicado percibir emociones en los rostros sin ayuda del maquillaje para resaltar ojos, cejas, boca, pómulos, etc. Con los elementos de una ilustración técnica pasa lo mismo.
Aplicación de calidades de línea
¿Y cómo se trabaja la calidad de línea? La verdad es que no hay reglas estrictas, pero sí puedo compartir el proceso que tengo para dar calidad de línea a mis ilustraciones vectoriales y, de paso, explicar su función en cinco pasos.
1. Trazo inicial de 0.5 pt
Comienzo trazando la ilustración por completo utilizando el grosor que haya destinado para los detalles más finos de la imagen, en este caso 0.5 puntos.
Es común encontrar ilustraciones que se quedan en esta primera etapa, con solo un grosor en todos sus trazos, dando como resultado figuras sin una jerarquía definida, sin contraste, planos, ni objetos definidos.
2. Trazo de 1 pt
Aquí es donde en realidad empieza el trabajo para aplicar calidad de línea. Selecciono determinados trazos y aumento su grosor a 1 punto para resaltar las figuras elementales de los objetos dibujados. Así, con solo dos grosores de línea ya es posible percibir cierta estructura en los componentes de la ilustración.
3. Trazo de 4 pt
Para delinear los volúmenes principales de la ilustración, cambio su grosor a 4 puntos. Esto termina por definir cada uno de los objetos: ya no son figuras planas como cuando todos sus trazos eran de 0.5 puntos.
4. Trazo de 8 pt
Es momento de delinear cada uno de los objetos para que cada tornillo, tuerca y rondana quede debidamente delimitado con un trazo de 8 puntos.
5. Trazo de 12 pt
Finalmente utilizo un trazo de 12 puntos para que este juego de tornillería sea percibido dentro de un mismo conjunto.
¡Listo! Acabamos de aplicar calidad de línea a nuestra ilustración.
Cosas que tomo en cuenta durante el proceso
- Cantidad de grosores
- Estructura de la ilustración
- Tamaño final de la ilustración
- Incremento paulatino de grosores
Cantidad de grosores
Menos es más. No quiero que las cosas salgan de control, así que antes de iniciar la ilustración, determino cuáles y cuántos serán los grosores que utilizaré. Por ejemplo, en las ilustraciones que hago para los instructivos de Truper, utilizo cuatro grosores, no más y siempre los mismos; así aseguro la uniformidad de las imágenes.
Estructura de la ilustración
Identifico cuáles son los elementos que constituyen la ilustración: figuras elementales (A), volúmenes (B), objetos (C) y conjuntos (D). Cada uno de estos elementos cumple una función en la ilustración y le asigno un grosor a cada uno, dependiendo de lo que pretenda describir o comunicar.
Tamaño final de la ilustración
Es importante tener en cuenta el tamaño final de la ilustración, sobre todo cuando sean utilizadas a escalas muy pequeñas. De ser así, utilizo menos grosores aumentando el contraste entre ellos y elimino trazos innecesarios que ensuciarían la ilustración.
Un ejemplo muy claro se puede ver al comparar los siguientes iconos de archivo de apenas 64 x 64 px, en donde es muy notoria la nitidez del icono del archivo «formato pequeño» a diferencia del resto.
Incremento paulatino de grosores
Siempre comienzo a trabajar con el grosor más delgado de los que haya definido. Una vez que termino de trazar, selecciono determinadas líneas para aumentar su grosor progresivamente, hasta terminar de aplicar la calidad de línea.
Resultado
La ilustración con calidad de línea dice mucho más que la que no la tiene. Esta diferencia se hace más notoria en ilustraciones más complejas y elaboradas, en donde la cantidad de detalle puede ser abrumadora si no se jerarquizan sus elementos con ayuda de los grosores de línea.
Errores comunes
Algunos errores comunes que se cometen al trabajar calidad de línea que dificultan la comprensión de ilustraciones técnicas:
- Grosores demasiado delgados para formatos medianos y grandes.
- Grosores demasiado gruesos para formatos pequeños.
- Falta de cuidado al escalar los gráficos.
- Falta de estructura al aplicar calidades de línea.
- Falta de uniformidad al aplicar las ilustraciones.
Grosores demasiado delgados para formatos medianos y grandes
- Problema: Ilustración pálida, que corre el riesgo de desaparecer de la vista del lector.
- Solución (en Adobe Illustrator):
- Selecciona toda la ilustración y abre la ventana de Escala (S + ↵).
- Activa la casilla de “Cambiar escala de trazos y efectos”.
- Aumenta el tamaño de la imagen 200% y haz click en Aceptar.
- Sin perder la selección de la imagen, abre de nuevo la ventana de Escala.
- Desactiva la casilla “Cambiar escala de trazos y efectos”.
- Reduce la imagen 50% para que quede del tamaño original, pero con sus trazos el doble de gruesos.
Grosores demasiado gruesos para formatos pequeños
- Problema: Ilustración sucia, con detalles emplastados.
- Solución: Aplica el procedimiento anterior, a la inversa, es decir: reduce el tamaño de la imagen 50% con la casilla “Cambiar escala de trazos y efectos” activada, para después aumentar el tamaño de la imagen 200% con la misma casilla desactivada. (Si la ilustración original es muy pequeña, podrías requerir ajustes posteriores).
Falta de cuidado al escalar los gráficos
Este descuido da para escribir otro artículo. Por el momento me limitaré a decir que, si bien la ilustración vectorial tiene la capacidad de ser escalada sin perder calidad –como lo comenté en el artículo de “Vectores vs Pixeles”–, es necesario tener en cuenta que la escala de los grosores de los trazos no necesariamente es proporcional a la escala de la ilustración; por ello, siempre me aseguro de que los grosores tengan el atributo de ser escalados de forma proporcional al tamaño de la ilustración; así, la calidad de línea de mis ilustraciones mantiene la proporción sin importar su tamaño.
- Problema: Ocasiona los dos errores anteriores: Lineas demasiado gruesas o demasiado delgadas para los formatos en donde se están utilizando las ilustraciones.
- Solución: Saber utilizar la casilla “Cambiar escala de trazos y efectos”, dependiendo de las circunstancias y siendo consciente de sus efectos.
Falta de estructura al aplicar calidades de línea
Los grosores de las líneas no tienen un orden lógico, haciendo que la ilustración parezca hecha de recortes de muchas otras.
- Problema: Ilustración confusa y desordenada.
- Solución: Jerarquizar en orden de importancia los elementos de la ilustración para dar a cada uno el grosor de línea adecuado.
Falta de uniformidad entre ilustraciones
Esto sucede cuando se utilizan dos o más ilustraciones con calidades de línea completamente diferentes en un mismo documento.
- Problema: Falta de uniformidad en documentos donde la continuidad en la línea el diseño es muy importante.
- Solución: Haz desde el principio las ilustraciones con la misma calidad de línea y cuando los objetos ilustrados tengan dimensiones similares, escálalos siempre al mismo tiempo y en la misma proporción.
Conclusión
Es común que mucha gente pase por alto o no le dé importancia a estas consideraciones; pero, créanme, no se trata de que una imagen se vea “más bonita” que otra, sino de que cuenten con las características adecuadas para que funcionen como una herramienta visual que asegure la comprensión de una instrucción o un procedimiento. Y una de las más importantes es, sin duda, la calidad de línea.
¿Te imaginabas todo lo que hay detrás de la calidad de línea de una ilustración técnica?
Gracias por leer hasta aquí. Me ayudarías mucho si lo compartes a quienes creas que les pueda interesar 😉.
Francisco GyG
¡Excelente entrada! Muchas gracias por reflejar este arte como la ciencia que es también.
Muy buen contenido. Se descubren muchas cosas que uno puede pasar por alto fáculmente. Lo de como escalar los objetos es súper útil! Saludos!